Expansión de BRICS abona a orden global multipolar
Los mandatarios del bloque de países llamado BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfrica, llevaron a cabo su reunión anual en Sudáfrica del 22 al 24 de agosto.
Vale la pena recordar que este grupo de países representa globalmente el 40% de la población y el 25% de la economía.
Tuvieron su primera reunión oficial en el año 2009, y fue hasta este año, que los miembros del bloque han dado formalidad a la discusión de la necesidad de expansión del grupo. Algunos medios mencionan que alrededor de 40 países han expresado ya su interés oficial o verbal para integrarse al bloque.
Finalmente, en esta reunión se acordó que, a partir de enero de 2024, se integrarán al BRICS oficialmente Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, e Irán, para sumar en total 11 países miembros, lo cual incrementará la representación poblacional, económica, y también geográfica del bloque, al integrar ahora países del Medio Oriente y el norte de África.
Mi análisis y prospectiva:
La nueva agenda de expansión del BRICS que surge este año, deriva principalmente de los intereses de China, sin embargo, cada miembro actual tiene un objetivo particular.
En el caso de China, dado su crecimiento económico de la última década y el incremento de su influencia política a nivel global, la expansión del BRICS le sirve para:
- Fortalecer su área de influencia formal con otros países
- Impulsar su agenda de orden mundial bipolar a la par de Estados Unidos
- Continuar posicionando un bloque de naciones, que, aunque dista aún del poderío económico del G7 -conformado por las más grandes economías democráticas-, pudiera llegar a representar un contrapeso en diversos aspectos
Para Rusia, que también favorece el establecimiento de un orden mundial bipolar o multipolar, el crecimiento del BRICS implica la oportunidad de legitimar su relación con otros países mientras es excluido de otros foros internacionales debido al conflicto con Ucrania.
Será también para Rusia un potencial mecanismo para procurar contrarrestar las sanciones económicas en su contra, buscando a su vez volver a normalizar su intercambio comercial al menos con estas naciones, sin temor a represalias.
Por su parte, tanto India como Brasil tienen como objetivo abonar al establecimiento de un orden mundial multipolar, y además posicionarse en una lógica de cierta “neutralidad”, pues consideran que su compromiso con este bloque, no debiera rivalizar en sus otros acuerdos con Estados Unidos o países del G7.
Este aspecto será uno de los más complejos de gestionar en la agenda del BRICS, ya que China y Rusia, sí buscan conformar a largo plazo un mecanismo de contrapeso y competencia con el G7.
Con lo que respecta a los nuevos integrantes del BRICS, dichas naciones se benefician de una mayor relevancia en la política exterior, además de tener como alternativa una mayor cercanía con China, en el remoto caso de tener diferencias sustanciales con Estados Unidos o miembros del G7.
Por lo pronto, el bloque BRICS extendido se convertirá de facto en el grupo de países que representa al llamado “Sur Global”, es decir, los países en desarrollo o emergentes. Siendo así, tendrá el potencial de dar visibilidad a las necesidades y propuestas de estos países, a la par de los intereses del G7, y al menos en eso, el BRICS extendido sí pudiera ser un contrapeso.