SIN CENSURA

Nearshoring de Samuel García: ¿por qué es una ventaja para NL?

Eloy Garza DETONA: Hay dos tipos de problemas urbanos: los que provocan las malas gestiones públicas y los que se derivan del desarrollo positivo de una gran urbe.
Los problemas de administrar mal el presupuesto público no tienen ventaja alguna.

Son metidas de pata, y punto. 

En cambio, los problemas de administrar el avance urbano, de conseguir nuevas fuentes de empleo, de ser la capital empresarial en América Latina, son resultado de que en Nuevo León desapareció la pobreza extrema, la clase media se ha ensanchado; se vive mejor aquí que en la mayor parte del territorio mexicano. 

No siempre fue así.

Históricamente, Nuevo León no era imán para el migrante del sur de México o de la Huasteca Potosina.

Hoy sí lo es, y con creces.  

¿Pruebas?

Cada año llegan más de 120 mil foráneos a vivir al Área Metropolitana de Monterrey.

El año pasado, esta cifra se rebasó: llegaron más de 150 mil foráneos. 

  • ¿Qué los atrae?  

Óptimas condiciones de vida, un empleo mejor remunerado que el que tenían en su región de origen, institutos de educación superior de primer nivel, cobertura universal de salud —con la que otros estados (la mayoría) no cuentan— y la posibilidad de escalar en los estratos de la clase media. 

  • ¿Podemos llamar a esto un caso de éxito?

Para Nuevo León, sí.

Para los estados que los foráneos abandonaron, no: son casos fracasados. 

Nadie se desplaza de una región a otra por gusto. 

Los chilangos le cantaban en los años setenta a los foráneos:

“Ya no vengas para acá, quédate mejor allá”, lo cual era una canallada cobarde.

La gente pobre no deja su lugar de origen por mero gusto.

Toda mudanza por extrema necesidad es un martirio. 

Sin embargo, el éxito de Nuevo León tiene sus áreas de oportunidad.

Una de ellas es la vivienda popular. 

Los desarrolladores urbanos prefieren construir vivienda popular en municipios donde el metro cuadrado les sale más barato; o sea, en predios fuera de la mancha urbana, donde es más económico construir casitas para la gente de estratos bajos. 

Llevar hasta allá los servicios básicos —agua, energía eléctrica, luminarias, drenaje— resulta más costoso. 

Igual el transporte masivo.

Trasladarse desde esa periferia, donde viven las familias de trabajadores, hasta los centros de trabajo, que por lo general están en las zonas céntricas, incrementa la inversión pública.

Nos sale más caro a todos. 

La opción que propone el Gobierno del Estado es correcta.

Se trata de que los desarrolladores habitacionales construyan a lo largo de las vías de transporte masivo y que, además, construyan verticalmente. 

¿Qué significa esto?

Que levanten edificios de departamentos con usos mixtos.

Eso facilitará mucho las cosas: los servicios y la inversión pública y privada.

A esto se le denomina densificación. 

No frenemos, bajo ningún motivo, el nearshoring, o sea, la inversión extranjera directa, por tal de ahorrarnos problemas de urbanización, como proponen algunos activistas ignorantes (o vendidos). 

Tampoco se trata de cerrarle las puertas de Nuevo León al migrante nacional: está prohibido por ley y sería inhumano. 

Se trata de seguir trayendo grandes empresas de otros países a Nuevo León —misión que no se ha interrumpido, a pesar de la incertidumbre de Trump— y, al mismo tiempo, de alcanzar un desarrollo urbano más ordenado y armónico en el Área Metropolitana de Monterrey. 

  • ¿Es posible?

Sin duda. 

  • ¿Hay plazo para conseguirlo?

Sí: 2027. 

Lo vamos a lograr.
Eloy Garza

Es abogado, maestro en Letras por la UNAM y máster en Tecnologías de la Información por la Universidad Oberta de Cataluña. Escribe para diversos medios de comunicación.