Con la ruta clara
Los 100 días, entre otras cosas, sirven para mostrar el camino, establecer en los hechos las prioridades y consolidar al nuevo gobierno.
Por lo que vimos, presenciamos y apreciamos ayer, tenemos una líder con la ruta clara, con un estilo y sellos característicos de la primera presidenta con A, dando continuidad a los programas de bienestar y de la cuarta transformación, que gobierna con el humanismo mexicano, que está comprometida en seguir avanzando en el legado de Andrés Manuel López Obrador, que tiene muy claros los retos y objetivos de su administración, incluyendo la relación de respeto y colaboración con los Estados Unidos.
Lo que vivimos ayer en el zócalo de la capital fue una fiesta del pueblo en nuestro compromiso por construir el segundo piso de la cuarta transformación y de aplaudir el gran arranque del gobierno de la doctora Sheinbaum, quien reiteró la importancia de las mujeres en nuestro país y el gran compromiso con la justicia y el bienestar de todos.
La relevancia de las reformas constitucionales, la definición de la ruta para que México siga creciendo, el conocimiento de los grandes retos y prioridades, así como las fortalezas del gobierno, están plasmadas en el discurso histórico por los 100 días en que, como leíamos en cartelones: “todos somos Claudia”.
El combate a la corrupción y el no retorno al neoliberalismo ni a los privilegios de unos cuantos, así como la puntualidad en informar de todo lo logrado en este periodo, pese a las voces que lo dudaban, nos han mostrado a la mujer líder auténtica por quién votamos abrumadoramente la mayoría de los mexicanos.