García luna y yo
Ayer también, vi la fotografía de una pareja de amigos del IMSS (hombre y mujer, heterosexuales, “cis”. Porque en esta época de inclusión, hay que hacer aclaraciones), los cuales están visitando Europa, y empezaron por Londres.
Y no: no son médicos.
Sé que esto va a provocar que muchos clasistas, elitistas, “hasta lo que no comes te hace daño” opositores levanten una ceja.
Porque si de por sí no digieren que, al médico institucional, de la medicina socializada, le vaya económicamente bien ¿cómo podrían aceptar que a un par de trabajadores institucionales les vaya igual de bien?
Aunque no lo crean, ambas cosas están relacionadas.
Y me explico.
Primero: alguien comentó, al ver que la fiscalía que procesa a García Luna en los EUA le pide al juez que le dé sentencia de por vida, que ahora sí: “va a poder hacer todas las cartas que quiera”.
No señoras y señores, no sólo él.
Yo también tengo una “sentencia de por vida”, en mi situación personal.
Y el único escape que tengo, es escribir.
Mi mujer sí tiene reuniones con dos o tres grupos sociales.
Pero yo, no.
Y tenemos que alternarnos para cuidar a nuestra hija con discapacidad.
Por ejemplo: este año yo tuve que ir a mi Congreso nacional de mi especialidad a Acapulco. Pero fui sólo.
Ahora en noviembre, mi mujer y mi hijo irán a una boda en Mérida.
Pero yo me quedó con mi hija.
Así que no puedo dejar de sentir algo de ira cuando veo que muchos, que tienen salud, que tienen a sus familiares con salud, que tienen ingresos económicos decorosos y que, en general, podemos decir que la vida los ha tratado bien; empiezan a lloriquear y a gimotear solo porque hay un gobierno que ellos no quieren.
Porque, segundo: cuando me dicen que yo “vivo engañado, al igual que millones”, pues solo potencializan mis ganas de escribir, y de subir los otros datos.
Porque un movimiento que no sólo engaña a millones, pero al mismo tiempo engaña a organismos internacionales como el Banco Mundial o el FMI, sinceramente, sería el sueño de cualquier político, en cualquier parte del mundo.
Pero no. La “verdad” la tienen sólo ellos. “Es que viene una recesión”.
Lo sabemos, y la economía está “blindada”, empezando por un récord histórico en reservas de divisas internacionales.
Traducido: hay dinero en el “cochinito”, para la tempestad que se viene.
Porque en Alemania ya empezaron los despidos en muchas empresas de talla mundial, como Siemens y la Volkswagen. Y, en los EUA, la “burbuja especulativa” está a punto de reventar, mostrando una deuda de los bancos peor que la que tenían en 2008. Así que espero que el próximo año que vayamos a la crisis, no culpen a México.
Porque si Occidente quiere vivir de economía especulativa y al mismo tiempo tener una economía de guerra, es una contradicción demencial. Una contradicción que ya está pasando factura.
“Es que ha habido récord de fuga de capitales”. Capitales especulativos, llamados correctamente “golondrinos”.
Pero, por el otro lado, tenemos récord de Inversión Extranjera Directa.
Esa que crea infraestructura y empleos.
“Es que se aumentó la deuda”.
Solo en el último año del sexenio, para poder terminar las obras. Y fue un 5% del PIB, no un 20% del PIB como ocurrió con el FOBAPROA. Y con este último no hubo creación de empleos y de infraestructura, como sí ocurre con la deuda contraída para este 2024.
“Es que disminuyeron gasto social”.
Pues sí, para balancear el aumento de deuda del 2024. Igual, los apoyos continúan, y se buscó quitarles presupuesto a gastos superfluos.
“Es que es mentira que la violencia se esté controlando”.
La curva de crímenes, incluyendo homicidios dolosos, así como la percepción de inseguridad según la encuesta del INEGI, pues, en ambos casos dichas curvas van a la baja. Si muchos solo pueden comentar lo que mencionan los noticieros para desmentir que haya una lucha contra el crimen, les recuerdo que esos mismos medios hicieron un “compromiso” con los sexenios pasados para ocultar las notas que ahora sí pueden publicar con total desparpajo.
“Es que vamos a una dictadura”.
La “dictadura” de la mayoría. Pero en otras latitudes a eso le llaman simplemente “democracia”.
Y puedo seguir.
Pero, miren: soy ciclotímico (una versión “ligera” de un maniacodepresivo). Ayer estaba en mi fase “maniaca”.
Hoy voy a entrar en mi fase depresiva (no se preocupen, con un café se me pasa, y aún no me tomó mi café matutino).
Pero antes de seguir con mis “fases lunares” (obvio, por lunático), tomen un consejo, el cual se los digo muy en serio: disfruten la vida, disfruten a su familia, disfruten lo que hacen.
Punto.
Sobre todo, si no tienen algún tipo de impedimento para poder trabajar, viajar, o hacer lo que quieran en el momento que quieran.
Los gobiernos van y vienen.
Para desgracia de muchos, yo elegí apoyar a este gobierno, porque me convenció.
Y resulté hábil para buscar los “otros datos”.
Si no les gusta lo que publico, no me lean.
Si no les gusta que desmienta lo que publican, revisen bien lo que van a publicar, o bloquéenme.
Y, si no me pueden bloquear, pues no me dirijan la palabra.
Pero toda situación tiene varios ángulos para abordarse.
Lo he dicho muchas veces, y lo seguiré diciendo.
¿Saben por qué? Porque tengo una situación, que implica en la práctica a algo igual a una “sentencia de por vida”.
Y tengo mucho tiempo para escribir.
Así que no digan que no les advertí.