La nostalgia noventera en su máxima expresión
El evento, diseñado como un homenaje a unas de las bandas que definieron el sonido de los 90, logró conectar con la esencia de aquellos años, cuando la música era un ritual tangible.
Era la época en la que íbamos a las tiendas de música a comprar CDs, quitándole la envoltura de plástico y abriendo la caja con emoción para escuchar cada rola de principio a fin en el DiscMan o también esperando a que apareciera nuestra banda favorita en el top 10 de MTV.
Machaca no solo reunió a los nombres icónicos de aquel entonces, sino que también recreó la experiencia de una generación que creció entre guitarras distorsionadas y letras rebeldes, mientras daba la bienvenida a un público más joven, que encontró en esta música algo aún vigente y emocionante.
El festival cumplió su misión: recordarnos por qué estas bandas siguen resonando en nuestras vidas, y cómo su legado continúa encendiendo la llama de la música entre viejas y nuevas generaciones.
Manson regresa a Monterrey 21 años después
Recuerdo la resistencia que hubo en el 2003 por parte de grupos religiosos, que hicieron todo lo posible para que cancelaran el evento, argumentando que iba a traer una oleada de violencia y suicidios después del concierto. Pero las protestas y campañas en contra no hicieron más que darle una gran publicidad, obteniendo el efecto contrario.
En ese entonces, Marilyn Manson había sido mi artista favorito desde que tenía 7 años
Lo escuchaba en todos lados: en el camino a la escuela o antes de dormir. Para mí, se trataba de la música y el arte. Nunca entendí el sentido de prohibir esa libertad de expresión, tanto del artista como de nosotros, los oyentes, de decidir qué escuchar y qué no.
Pero no se preocupen, esta vez no hubo sacerdotes afuera orando por nuestras almas
Lo que sí hubo fue una larga fila de fanáticos vestidos de negro, con pupilentes blancos, labial y líneas negras en los rostros. Otros llevaban gorras rojas de los Yankees y hasta un Papa, esperando que lo subieran al escenario para darle la ostia al Brian.
Todos estaban esperando el momento en que abrieran las puertas para lanzarse en un sprint directo hacia las barricadas del escenario y quedarse ahí hasta que terminara el show.
Por ahí escuchamos a una chica decir que llegó desde las 6 de la mañana a las puertas de la Expo Guadalupe.
The Revies
A las 4:20 en punto, detrás de una nube de humo, salió The Revies, una banda regia de rock alternativo que empezó a calentar a la raza desde la primera canción. Conectaron rápidamente con los tempraneros del evento, quienes apenas se refrescaban con su primera cheve, cortesía de Corona Golden Light.
Sugar Ray
Después siguieron los vatos de Sugar Ray, con Mark McGrath al frente y su humor cómico y bromista, hablando en spanglish de principio a fin. Pura buena vibra.
Al terminar de tocar su canción más famosa, Every Morning, comentó: “Hoy es mi cumpleaños, cumplo 71 años, but don’t search it on Google though, you’ll take the fun out of it”.
“Vamos a celebrarme transportándonos a la era de los noventa”, dijo enseguida, antes de tocar tres covers: How Bizarre (OMC), Steal My Sunshine (Len) y I Want It That Way de los Backstreet Boys, que sorprendentemente fue la más aclamada por el público. Incluso, grabaron a un par de “Mansoneros” cantando la rola a todo pulmón.
“¡Los amo mucho, Monterrey, Guadalupe!”, se despidieron los Rays tocando Fight For Your Right de los Beastie Boys.
Hoobastank
Hoobastank encendió el escenario con su característico rock alternativo, haciendo vibrar al público con clásicos como The Reason y su gran energía. Casi al final de su show, Doug Robb pidió a la audiencia que le cantaran las mañanitas a su hijo, quien celebraba su cumpleaños ese mismo día.
Simple Plan
Invadió el escenario con su pop punk vibrante y lleno de emoción, interpretando sus éxitos como I'm Just a Kid y Perfect, que hicieron cantar a todos con entusiasmo.
Marilyn Manson
Empiezan los estrobos acompañados de sonidos macabros, y de repente todo se vuelve rojo. Al fondo, una figura oscura alza el brazo, y el Machaca entero lo recibe con las manos arriba, gritando.
Comienza con We Know Where You Fucking Live, un tema con un riff de lira Trentesco que, aunque es una canción del 2017, nos transportó directo a la época del anticristo. En seguida, Disposable Teens, que puso a la raza a saltar y cantar con euforia.
“Let’s take it back to 1996”, dice Manson. Ahora sí, retrocedemos a su época dorada con una canción que la mayoría no esperaba escuchar: Angel With The Scabbed Wings, del legendario Antichrist Superstar. Con doble pedal, riffs poderosos de bajo y guitarra, y sus gritos desgarradores, es la rola más pesada de todo el set.
“Mexico, are you motherfuckers ready for the new… SHIT”
Con esta frase, Manson introduce This Is the New Shit, que combina ritmos de hip hop con esencia de rock industrial. Es uno de sus hits más grandes de los 2000, incluido en el álbum The Golden Age of Grotesque. Este disco marcó el fin de una era con el tecladista Madonna Wayne Gacy y el guitarrista John 5, quienes abandonaron la banda antes del siguiente álbum.
“IN A WORLD FULL OF LIES, THERE'S ONE THING THAT I FUCKING BELIEVE IN, IS YOU”. Solo sus verdaderos fans entenderán esta declaración.
Hacia el final del show, Manson presenta a cada miembro de su banda, terminando con: “I’m Marilyn Manson, and I’m a fucking drug addict”. Luego interpreta The Dope Show, con la vibra sensual y melancólica de Mechanical Animals, donde cambia la letra a: “The Drugs, they say, are made in Cali-México”.
El encore fue una joya de tres canciones: su incomparable cover de Eurythmics, Sweet Dreams (Are Made of This), que tuvo a más gente cantando que cualquier otra rola de la noche; Love Song, acompañada por la proyección de la bandera de Estados Unidos con su distintivo logo de Antichrist Superstar; y el cierre con The Beautiful People. Presentando esta última con un toque a lo Beatles, haciendo referencia a Baby, You’re a Rich Man… para los que no lo notaron.
Limp Bizkit
La alineación original de Limp Bizkit le dio a sus fans lo que querían, tocando temas mayormente de su tercer álbum Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water. Además, incluyeron covers de Ministry, George Michael y The Who, y un par de rolillas mexas que el DJ Lethal puso para amenizar la noche: La Culebra de Banda Machos y Chúntaros Style de El Gran Silencio.
Comenzaron con My Generation, donde Wes Borland tocó sus armónicos, rematándolos con el floyd de su Jackson rosa, mientras la batería y el bajo iban perfectamente sincronizados.
A mitad de su setlist presentaron Nookie, la rola que los catapultó a la fama.
En ese momento, Wes tomó su famosa guitarra de 4 cuerdas para armar el distintivo riff rap-rockero, acompañado por el bajeo de Sam. Su despedida fue con la más esperada de la noche, Break Stuff, que sin duda fue la que más prendió a la raza del Machaca.