Sentarse y escuchar

Ojalá el alcalde de San Pedro y su equipo dejen de creerse dueños de la razón, del municipio, de las juntas de vecinos.

No es fácil ser gobernante, lo sabemos. 

Es difícil dar gusto a todos los ciudadanos, o hacer obras sin causar molestias. Pero sin duda lo más difícil para un gobernante hoy en día, es dejar los reflectores, las selfies, el micrófono para escuchar al ciudadano que tienen enfrente.

No se necesita volar a Palacio Nacional para descubrir a un personaje que cayó en la tentación de, micrófono en mano, cada mañana descalificar a los ciudadanos que osen cuestionar sus ideas o no están de acuerdo en sus proyectos. 

Aquí, en el municipio de San Pedro Garza García, también tenemos a un presidente municipal que le ha faltado sensibilidad política, no comprende que ser alcalde no es sólo hablar e imponer sus ideas,  sino sobre todo escuchar, respetar, conciliar.

Algunas pruebas a la mano: 

El año pasado la construcción de la llamada Vía Libre sobre la avenida Alfonso Reyes, levantó polémica en San Pedro, en especial entre los vecinos que vieron afectadas sus propiedades, o los accesos a ellas.

Aunque en un principio se escuchaban argumentos sobre la poca afluencia de ciclistas y minusvalía de las propiedades frente a la ciclovía, poco a poco el disgusto se dirigió hacia el alcalde y funcionarios públicos quienes se cerraron al diálogo con ciudadanos afectados. 

Numerosos vecinos se sintieron ignorados.

Lo mismo sucedió meses después con la remodelación del Casco de San Pedro y reparación de tuberías en el Centrito Valle. 

Sabemos que las obras son necesarias, pero también era necesario escuchar a los vecinos y crear logística para afectar lo menos posible sus ventas, su entorno, ¡su patrimonio de años!

Ni qué decir del allanamiento, hace unos días, a la residencia de Gustavo de la Garza. 

Al ver las escenas de policías de San Pedro con soplete en mano entrando por la fuerza a la casa del empresario, era difícil dar crédito del brutal operativo que se realizó para clausurar un salón de conciertos y conferencias dentro de la propiedad de Gustavo y familia.

Cualquiera que desconociera la historia podría imaginar que se trataba del allanamiento a una residencia de criminales, y no del hogar de un ciudadano honorable. 

¿Qué garantías tendremos de hoy en adelante los ciudadanos de San Pedro que a juicio del alcalde cometamos “alguna ilegalidad”,  de vivir la pesadilla de Gustavo?

Sin embargo, lo que me empujó a escribir estas líneas fue sobre todo la consulta pública sobre la iniciativa de reforma al Reglamento de Participación Ciudadana de San Pedro.

En particular no sólo nos sorprendieron dos artículos que salían sobrando, sino la falta de escucha y empatía del municipio hacia las sugerencias de los ciudadanos, a pesar de tratarse de una consulta.

El primero afecta a los menores de edad, se trata de los artículos 342, 345 BIS y 357 BIS: El municipio decidió que las niñas, niños y adolescentes a partir de los 9 años de edad, podrán participar en la votación de los proyectos destinados al Presupuesto Participativo. El único requisito es comprobar su identidad mediante acta de nacimiento. 

Imagine usted, el destino de un presupuesto de ¡100 millones de pesos! también podrán opinar los niños.

Para empezar un niño de 9 años aún no sabe lo que quiere. Por eso depende de sus papás. Ellos lo guían, le enseñan a formar su criterio.  

¿Pensarían quienes elaboraron este artículo en la responsabilidad que le están dando a los niños, que no va de acuerdo a su edad ni a su madurez?

Este artículo me recordó además el programa de la agenda 2030 de la ONU sobre el plan educativo para adoctrinar a la niñez, que es justamente a través del “empoderamiento comunicativo”.  

Por otro lado, ¿no cree usted que es peligroso entregar a una base de datos un acta de nacimiento de un menor de edad?  El nombre y la identidad del niño quedarían en manos del gobierno.

Precisamente son varias las Convenciones y Tratados Internacionales que protegen a los niños; en México tenemos La Ley General de los Derechos de la Niñas, Niños y Adolescentes en su artículo 76 y la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Nuevo León que en su artículo 97, establecen que “Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la intimidad personal y familiar, y a la protección de sus datos personales”.

Por si eso fuera poco nuestra Carta Magna establece que el ser ciudadano en México y tener derecho a votar, es a partir de los 18 años.

El segundo de los artículos que preocupa, atenta contra la libertad de expresión, se trata de los artículos 121 y 130 fracciones XI y XII: El municipio pretende establecer, entre otras cosas, que quienes desinformen con campañas de mala fe sobre acciones del gobierno y desprestigien a cualquier integrante de la Junta de Vecinos, serán sancionados con la inhabilitación para ser miembros de una Junta de Vecinos.

En pocas palabras, el municipio se apropia de las Juntas Ciudadanas, pretende municipalizar las Mesas Directivas que se crearon justamente para lo opuesto: 

Dar voz a los ciudadanos sobre las necesidades de cada colonia. Nunca se contempló que el municipio “meta mano” en ellas. 

¿Tendrá sentido que sigan existiendo estas Juntas Vecinales en San Pedro si ya perdieron su esencia, su libertad de hablar, de proponer?

Ojalá el alcalde de San Pedro y su equipo dejen de creerse dueños de la razón, del municipio, de las juntas de vecinos.

Ojalá se ubiquen y recuerden que son nuestros empleados, y así tomen en cuenta las opiniones de todos los afectados por algún proyecto o desaprueban algunas de sus decisiones.

El caso es, como le decíamos, no es fácil gobernar sin caer en la tentación de tomar el micrófono e imponerse a los demás. Por eso quizás las sabias palabras de Winston Churchill podrían ayudar a más de uno. 

El coraje, decía Churchill, es lo que se necesita para pararse y hablar, pero también es lo que se necesita para sentarse y escuchar.
Carolina Garza

Carolina Garza es comunicóloga, con Maestría en Ciencias de la Familia; es conferencista y vocera del Frente Nacional por la Familia. Ex Diputada Federal suplente, ex candidata al gobierno de Nuevo León y fundadora de la asociación  “Los Niños Primeros”. Durante muchos años fue editorialista del periódico El Norte y fue diputada local en NL.