#ConLosNiñosNo
Hace apenas unos días un video sobre la tienda Target se hizo viral.
La razón: la cadena norteamericana de almacenes populares, de buenas a primeras introdujo en sus áreas departamentales una línea de artículos y ropa LGBTTI para niños y niñas, calificada por consumidores estadounidenses de “weird” y “creepy” (rara y espeluznante).
Videos se hicieron virales mostrando en el departamento de niños prendas feminizadas y en la sección de niñas ropa masculinizada para menores, además toda una gama de artículos LGBTTI para los pequeños.
Abiertamente Target se unió al esfuerzo mundial de adoctrinar e ideologizar a los niños en la idea de que el sexo no es biológico sino una simple construcción social... La cual "se puede con una cirugía cambiar o deshacerte de tus genitales".
Tal fue el impacto entre la gente ante esta decisión de Target que incluso Elon Musk sorprendido subió un tuit preguntando:
“Is this true, @Target?” (¿Es verdad, @Target”?).
Mientras así están las cosas con nuestros vecinos del norte, en Nuevo León desde hace meses diversos organismos y columnistas han denunciado la promoción a través de gobiernos municipales y el estatal, sobre esta misma agenda contra la niñez.
Los ejemplos más recientes sucedieron el pasado mes de abril con el intento fallido del municipio de San Pedro (gracias a la indignación y presión de los vecinos) de presentar un show de Drag Queens en el festejo del Día del Niño, y la presentación posterior de este show a los niños por el municipio de Monterrey.
Igualmente sucedió en noviembre del 2022 en el DIF Nuevo León, cuando se intentó imponer a los niños el “Protocolo de Infancias Trans” mismo que fue retirado ante el reclamo de numerosos ciudadanos.
Por su parte Conarte y el Gobierno del Estado (con los impuestos de todos) anunciaron para este mes de junio ”Todes en escena” diversidad Conarte.
Se trata de una serie de shows promoviendo en su máxima expresión las conductas trans, drags y demás “estereotipos de género”, imponiéndonos a los nuevoleoneses, “¡a todos!”, la agenda que repite una y otra vez que la realidad, la persona, el ser, no existe… que el cuerpo humano es desechable, intercambiable, subjetivo.
Por esto y mucho más se anunció ayer viernes 31 de mayo, el Frente Nuevo León en Defensa de los Niños.
Este frente pretende blindar a los niños de Nuevo León de todo el daño que los asecha, tanto ideológico, como físico y de salud.
No olvidemos la Convención Sobre los Derechos del Niño, promovida por la Organización de las Naciones Unidas en su 30 aniversario. Ahí se dejó claro que los niños deben de ser educados, cuidados, acompañados y protegidos en su inocencia, cuidando el sano desarrollo de su personalidad.
Por eso nos preguntamos: ¿Dónde quedó el deber y la obligación del gobierno de procurar ese ambiente sano, familiar, promotor del desarrollo y la inocencia de los niños, cuando vemos que el Gobierno del Estado patrocina e impulsa desde Conarte y la nueva Secretaria de Igualdad e Inclusión este bombardeo de adoctrinamiento?
Antonio Lozano Diez, jurista mexicano y actual presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Panamericana y el IPADE, habló esta semana en un programa de televisión sobre la Sabiduría. Explicó que el debate mundial actual es sobre la Verdad:
“Cuando yo dejo la idea de la realidad, de la verdad y empiezo a pensar que no existe algo objetivo (…) estoy rompiendo conmigo mismo. La primera mentira del ser humano es no aceptarse como es”.
El jurista agregó que en estos tiempos hemos perdido siglos de construcción de la sabiduría, hemos perdido al ser humano, a la persona; y esa pérdida de humanidad se expresa en muchos problemas que viven hoy nuestros niños.
Por eso el Frente Nuevo León en Defensa de los Niños que se forma hoy en nuestro estado, se une a países como Finlandia, Reino Unido, Suecia, a estados como Texas y Florida que ya se dieron a la tarea de proteger y salvaguardar a los menores de edad de esta feroz ideología.
No hay más, si nos mantenemos en silencio en esta pérdida de sabiduría y humanidad que vive el mundo y el país, quizás nuestras vidas podrían ser más fáciles y cómodas… Pero las de nuestros hijos y nietos, no lo serán.